Mentiras peligrosas, una historia de ignorancia judicial

 En los Tribunales es muy común ver una especie de "muro de los lamentos", donde las personas suelen llorar sus penas frente a situaciones en donde el Poder Judicial no supo atender sus urgencias o problemas con la altura necesaria. Un caso ejemplar de esto fue el de una chica de 15 años, quien denunció a su padre por abuso. El hombre fue detenido de forma preventiva y trasladado a Bouwer, pero en las pericias psicológicas se demostró que él no es propenso -bajo ningún sentido- a tener actitudes contra la integridad de los menores.

Al poco tiempo, se descubrió que la adolescente había mentido, y si bien el caso podría haberse resuelto ahí, liberando al padre, la Justicia actuó con el mayor grado de fanatismo judicial posible y complicó aún más las cosas: La fiscal a cargo pidió la realización de un juicio, y en el mientras, el padre sigue preso sin motivo alguno.