En 1965, una mujer despechada fue a la casa de la nueva pareja de su ex novio y la mató de tres certeros disparos. El móvil del asesinato fue precisamente hacerle daño al hombre. Ella después fue al lugar donde trabajaba su ex pareja y le dijo "andáte a tu casa que te he dejado un regalo".
El juez que presidió el caso en aquel entonces, Lázaro Cosacov, se remitió a varias situaciones de la literatura para ilustrar el caso ante los otros miembros del tribunal, aunque remarcó que el caso no constituía un Homicidio Agravado. El magistrado entonces se remitió a la figura del Homicidio por Venganza Transversal: Un asesinato para dañar a otros, y aplicó una condena de 17 años de prisión, los cuales fueron cumplidos por la mujer sin objeción alguna, dado que ella ya había cumplido con su macabro deseo.
Con el paso de los años, empezaron a aparecer muchos más casos de esta índole en Córdoba: Donde personas atentan contra la vida, aunque no con el objetivo de hacer daño a las personas a quienes mataron, sino que con el objetivo de hacer daño a terceros relacionados.
